En medio del furor global por la inteligencia artificial generativa, una falsa carta atribuida a Studio Ghibli encendió las redes. El estudio japonés ha salido públicamente a desmentir su autoría y a tomar distancia de la polémica que involucra a una app viral capaz de transformar fotos comunes en imágenes al más puro estilo de Mi Vecino Totoro o El Viaje de Chihiro. Este caso expone los desafíos actuales sobre derechos de autor, IA creativa y desinformación en la era digital.
¿Cómo comenzó todo? El origen de la app estilo Ghibli
El 26 de marzo de 2025, un usuario de X (antes Twitter) compartió el lanzamiento de una aplicación que prometía transformar cualquier imagen en una ilustración digital con estética similar a la de los clásicos de Hayao Miyazaki. Un día después, el mismo usuario publicó una imagen que aparentaba ser una carta oficial de Studio Ghibli, en la que supuestamente se exigía el retiro inmediato de dicha app por infringir derechos de autor.
Esa supuesta carta fue reproducida por medios, influencers y blogs, provocando una ola de desinformación que se expandió en cuestión de horas. La confusión fue tal, que incluso portales especializados comenzaron a reportar acciones legales que nunca existieron.
Studio Ghibli rompe el silencio: “No emitimos ninguna advertencia”
La verdad se aclaró rápidamente cuando representantes de Studio Ghibli, consultados por la cadena japonesa NHK, desmintieron tajantemente la veracidad de la carta viral:
“No hemos emitido ninguna carta de advertencia”, confirmaron los voceros, cerrando la puerta a cualquier interpretación errónea.
Este comunicado oficial no solo desmiente la imagen, sino que también sirve como advertencia ante la creciente facilidad con la que se pueden falsificar documentos y viralizarlos a escala global.
Imágenes estilo Ghibli creadas con IA: un fenómeno en expansión
El auge de herramientas de IA como ChatGPT, impulsado por OpenAI, ha popularizado la creación de contenido visual que replica estilos de obras consagradas. Las nuevas funcionalidades de generación de imágenes de ChatGPT permiten transformar retratos personales o paisajes cotidianos en escenas que parecen extraídas directamente de una película del universo Ghibli.
Estas aplicaciones mezclan nostalgia, accesibilidad tecnológica y redes sociales, provocando una explosión de imágenes “Ghibli-style” que conquistan a usuarios de todo el mundo.
La app viral que lo inició todo
La herramienta en cuestión ganó popularidad por ofrecer a los usuarios la posibilidad de ver sus fotos como si fueran parte de películas como Mi Vecino Totoro o El Viaje de Chihiro. Su éxito evidenció el deseo colectivo de experimentar con tecnologías creativas que rinden homenaje a estéticas icónicas, aunque también abrió debates sobre la apropiación cultural y visual.
Copyright en la era digital: ¿homenaje o infracción?
Más allá del desmentido, este episodio reabre un debate fundamental: ¿es ético replicar estilos artísticos icónicos mediante IA sin autorización? El uso del estilo de Ghibli —sin intervención directa del estudio— puede parecer un homenaje, pero también plantea conflictos legales y morales sobre propiedad intelectual.
A pesar del revuelo, hasta el momento, Studio Ghibli no ha emitido ninguna postura oficial sobre si tomará acciones legales respecto al uso no autorizado de su estilo visual. Esta incertidumbre deja abierta la puerta a futuras polémicas similares.
La desinformación como enemigo: medios y usuarios, todos afectados
El caso de la carta falsa refleja los peligros del contenido no verificado en la era digital. La imagen fue reproducida incluso por medios que no confirmaron su autenticidad, amplificando el error y generando confusión tanto entre fans como en la comunidad tecnológica y artística.
Este fenómeno pone de relieve la necesidad de mayor responsabilidad al compartir información en redes, sobre todo cuando se trata de marcas tan influyentes y queridas como Studio Ghibli.
¿Qué rumbo tomará Ghibli frente a la inteligencia artificial creativa?
La gran pregunta queda en el aire: ¿cómo reaccionarán los grandes estudios ante la creciente ola de contenido generado por inteligencia artificial? Mientras herramientas como ChatGPT continúan evolucionando y permitiendo nuevas formas de expresión visual, la industria del entretenimiento enfrenta el reto de redefinir sus límites legales y creativos.
Por ahora, los usuarios siguen experimentando con estas tecnologías, combinando pasión por el anime con herramientas innovadoras. Pero lo hacen con más cautela, conscientes de los grises legales y éticos que rodean el uso de estilos reconocibles como el de Studio Ghibli.
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Fuente: MultiAnime