Los recientes eventos en el Medio Oriente siguen siendo una de las mayores preocupaciones a nivel global, no solo por su impacto político y social, sino también por sus repercusiones económicas. A pesar del alto al fuego que se alcanzó recientemente, la posibilidad de que Irán cierre el estrecho de Ormuz sigue siendo una amenaza latente con consecuencias económicas graves para México y el resto del mundo.
Como se sabe, el estrecho de Ormuz es una arteria crítica para el comercio internacional, ya que una quinta parte del petróleo mundial transita por allí. Si Irán, como parte de su estrategia geopolítica, decidiera cerrar temporalmente el estrecho, los efectos inmediatos serían devastadores, no solo para los precios del crudo, sino para toda la cadena de suministros global.
En esta ocasión, Francisco Arballo, Socio de Grupo Consultor EFE™, ofreció su perspectiva sobre los riesgos económicos que se ciernen sobre el país y las estrategias preventivas que las empresas deben considerar para mitigar los efectos adversos.
¿Por qué esto impacta directamente a México?
El impacto de un cierre en el estrecho de Ormuz sería especialmente grave para países que dependen del comercio internacional de energía, y México no es la excepción. Aunque nuestro país produce una parte significativa de sus combustibles, también depende de importaciones, especialmente desde Estados Unidos. Si el precio internacional del petróleo sube como resultado de la alteración en el flujo de crudo, los costos de los combustibles en México también se incrementarían, lo que tendría un efecto dominó sobre el precio de bienes y servicios en general.
Cuando los precios del combustible suben, afecta todos los sectores productivos, desde el transporte hasta la industria manufacturera, lo que provoca un aumento generalizado de los precios, en particular de la canasta básica y otros productos esenciales. Como bien sabemos, este fenómeno no solo afecta al consumidor final, sino que puede poner en riesgo la competitividad de muchas empresas mexicanas que dependen de la estabilidad en los costos operativos.
¿Qué tan pronto veríamos los efectos de esta posible crisis?
Aunque los efectos de un posible cierre del estrecho aún no se han materializado, debemos estar preparados para los efectos a mediano plazo. Según las estimaciones, podríamos comenzar a ver un aumento en los precios y un impacto en la inflación hacia finales de 2025, posiblemente entre los meses de agosto y septiembre, cuando los efectos de los altos precios del petróleo empiecen a reflejarse en los índices nacionales de inflación.
Además de los posibles aumentos en los precios de los combustibles, la economía mexicana también sentiría los efectos indirectos de la subida en los costos de los productos manufacturados, ya que muchos bienes consumibles provienen de mercados como China, Vietnam y otros países productores. Las tarifas impuestas durante la administración de Trump siguen afectando las cadenas de suministro y, si se agrava la situación geopolítica, las empresas mexicanas se verán forzadas a hacer ajustes de precios.
Expectativas para el segundo semestre de 2025: ¿Qué esperar de la economía mexicana?
El segundo semestre de 2025 se presenta como un periodo clave para el futuro económico de México. La incertidumbre global sigue siendo un factor determinante, y si el conflicto en el Medio Oriente empeora, las tensiones podrían llevar a una devaluación del peso mexicano frente al dólar, ya que los inversionistas buscarán refugio en monedas más consolidadas.
Los pronósticos de crecimiento para México ya han sido ajustados a la baja, tanto por el Banco de México como por diversas instituciones internacionales. Ante este escenario, el gobierno mexicano tendrá un papel fundamental en la estabilidad económica y en la estimulación del consumo interno, especialmente a través de políticas que favorezcan a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), que son la columna vertebral de la economía mexicana.
Recomendaciones para los inversores y empresas mexicanas
Para los inversores y las empresas mexicanas, la anticipación y la preparación proactiva serán clave en este entorno incierto. Es fundamental mitigar los riesgos financieros que pueden derivarse de la volatilidad en los precios del petróleo y en el tipo de cambio. Algunos de los pasos recomendados son:
- Coberturas de tipo de cambio: Las empresas deben protegerse ante la posibilidad de fluctuaciones significativas en el valor del peso mexicano.
- Asegurar la cadena de suministro: Es importante realizar compras anticipadas para evitar el impacto de alzas inesperadas de precios, especialmente en los primeros meses de 2026.
- Instrumentos financieros de protección: Usar coberturas y estrategias financieras para minimizar los efectos de una posible escalada de precios en los mercados globales.
La importancia de estar preparados ante la incertidumbre global
El cierre del estrecho de Ormuz, aunque aún no confirmado, sigue representando una amenaza significativa para la estabilidad económica global y, en particular, para la economía mexicana. La posibilidad de que esta crisis afecte los precios del petróleo, los combustibles y, en consecuencia, la inflación, requiere que las empresas mexicanas tomen medidas preventivas y fortalezcan su estrategia financiera para mitigar los efectos negativos.
La preparación y la anticipación serán la clave para enfrentar lo que podría ser un segundo semestre desafiante, pero también lleno de oportunidades si las empresas saben adaptarse rápidamente al nuevo contexto económico.
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Fuente: PR