¿El nuevo rey de la gama media?
El realme 15 Pro aterriza en México como quien llega a un duelo con todas las armas listas. Sobre el papel, suena a declaración de guerra: tres cámaras de 50 MP capaces de grabar en 4K a 60 fps desde cualquier lente, una hazaña que pocos rivales pueden presumir. Le acompaña una pantalla HyperGlow 4D Curve+ de 144 Hz, suave como seda y diseñada para devorar juegos, series o scrolls interminables sin perder ritmo. La energía corre a cargo de una batería Titan de 7000 mAh —sí, siete mil— con carga ultra rápida de 80 W que convierte la ansiedad por el cargador en un recuerdo lejano. Todo esto dirigido por el Snapdragon 7 Gen 4, un procesador que no solo aporta potencia, sino también inteligencia gracias a la IA integrada. ¿Su público? Creadores, streamers, gamers y, por qué no, cualquier usuario que se rehúse a ver cómo su teléfono se rinde antes que él.
Corre con realme UI sobre Android 15, lo que significa que, en la pr{actica, ofrece una experiencia fluida, funciones inteligentes desde el primer encendido y un soporte de software actualizado. Pero claro, ya hemos aprendido que las promesas en el mundo móvil se parecen mucho a las promesas de año nuevo: suenan bien, pero hay que ver si se cumplen.
Donde la marca quiere realmente brillar es en fotografía con IA. Modo fiesta, edición mágica, captura RAW con inteligencia artificial… todo para que tu noche de antro, tu selfie improvisada o el retrato del gato salgan listos para Instagram sin pasar por edición.
¿Y si lo tuyo son los videojuegos? Pues ojo, porque aquí hay más que simple marketing. Entre la pantalla a 144 Hz, un muestreo táctil de 2500 Hz y un sistema de enfriamiento AirFlow VC, la promesa es clara: jugar títulos competitivos sin que el teléfono se caliente como sartén olvidada o se quede sin batería a mitad de partida.

Ahora bien, hablemos de lo concreto. Estos son los precios y modelos disponibles en México al momento del lanzamiento:
- realme 15 Pro (12 GB + 512 GB, hasta 26 GB con RAM dinámica): $16,999 MXN
Disponible en: Telcel, Elektra, Liverpool y Mercado Libre. - realme 15 5G (hasta 18 GB de RAM dinámica + 256 GB): $10,999 MXN
Disponible en: Telcel, Coppel, Elektra, Liverpool, Sears, Sanborns y Mercado Libre. - realme 15T (hasta 18 GB de RAM dinámica + 256 GB): $8,999 MXN
Disponible en: Telcel, Coppel, Elektra, Liverpool, Sears, Sanborns y Mercado Libre.
Con estas cartas sobre la mesa, en la review completa nos sumergiremos en el diseño, la pantalla, el apartado fotográfico, el rendimiento en juegos, la autonomía, la carga y la experiencia multimedia para responder la pregunta más importante: ¿este “todo en 50 MP y 4K/60 fps” realmente cambia la experiencia diaria, o es otra promesa vestida de hype?
Diseño y Pantalla: cuando la forma sí sigue a la función

Hay smartphones que parecen diseñados para sobrevivir al apocalipsis, y otros que prefieren lucir como joyas de pasarela. El realme 15 Pro, curiosamente, intenta ser ambos a la vez.
Disponible en Plata o Verde, sus acabados buscan ese punto exacto donde la tecnología se disfraza de alta costura. Brillo elegante, textura refinada, curvas suaves… Si los teléfonos desfilaran en alfombras rojas, este tendría su minuto de gloria. Y, sin embargo, bajo ese look glamuroso, se esconde un cuerpo resistente: Gorilla Glass en la parte trasera, una estructura reforzada con ArmorShell™, y una certificación IP69 que no es solo numerología: aguanta polvo, agua, salpicaduras a presión y quizás, con suerte, hasta el descuido de un lunes por la mañana.
A pesar de incorporar una batería que podría alimentar una linterna de camping por días, el equipo apenas pesa 185 gramos y tiene un grosor de 7.79 mm. Es decir: no te rompe el bolsillo… ni el pantalón.
Ahora, al frente: la estrella del show. Una pantalla HyperGlow 4D Curve+ de 6.8 pulgadas que, además de sonar a tecnología alienígena, luce como tal. Resolución nítida (1280 x 2800 px), tasa de refresco de 144 Hz, relación pantalla-cuerpo del 94% y un brillo de hasta 6500 nits. Sí, seis mil quinientos. En otras palabras: aunque estés viendo un meme en el desierto de Sonora al mediodía, no tendrás que entornar los ojos.
¿Colores? De 10 bits. ¿Compatibilidad? HDR10+. ¿Contraste? 5,000,000:1. ¿Atenuación PWM? 4608 Hz, lo cual suena a lenguaje cyborg pero, en la práctica, significa que tus retinas no serán sacrificadas en cada scroll nocturno. Y si lo tuyo son los juegos, el muestreo táctil de 2500 Hz te da una respuesta casi telepática: tocas, actúa.
En resumen, el realme 15 Pro no solo luce bien —luce demasiado bien— sino que está construido con una intención clara: aguantar, destacar y responder. Es como ese amigo que va elegante a la fiesta… pero también sabe arreglar la tubería si se rompe.
Aquí tienes la sección de Cámaras completamente reimaginada: más viva, con ironía medida, contrastes sugerentes y símiles que iluminan. He mantenido la información técnica pero envuelta en una narrativa que apela tanto a la curiosidad como a la emoción visual del lector.
Cámaras: cuando cada lente quiere ser protagonista
En un mundo donde la mayoría de los teléfonos aún tratan su cámara frontal como el “primo incómodo” de la familia, el realme 15 Pro rompe la convención con algo tan simple como radical: 50 MP en todas sus lentes. Sí, todas. Como si dijera: aquí no hay secundarios, solo actores principales.
En la parte trasera encontramos una tríada fotográfica que se siente más como un equipo de filmación:
- Una Sony IMX896 de 50 MP, apertura f/1.8, con estabilización avanzada que parece diseñada para sobrevivir a conciertos, caminatas épicas y niños hiperactivos.
- Una ultra gran angular, también de 50 MP, con campo de visión de 115.6°, ideal para capturar desde paisajes hasta el caos ordenado de una sobremesa familiar.
- Y al frente, una cámara de 50 MP para selfies que, por fin, no te hace elegir entre buena luz o buena resolución.
Pero lo más sorprendente no está en los megapíxeles, sino en la coherencia del conjunto: todas las cámaras graban en 4K a 60 fps. Incluso la frontal. Algo que en otros dispositivos todavía se considera lujo innecesario —o directamente imposible— aquí viene de serie, como si realme quisiera decir: ¿Querías grabarte bailando, cocinando o llorando con filtro cinematográfico? Adelante, hazlo en alta resolución.
Y no llega solo: EIS (estabilización electrónica), HDR, y un surtido de modos cinematográficos convierten a este teléfono en una pequeña estación de edición móvil. Nada mal para algo que cabe en el bolsillo y no cuesta lo que un lente profesional.

Fotografía con IA: cuando el teléfono tiene mejor ojo que tú
Detrás de cada foto bien lograda en el 15 Pro no hay solo sensores: hay algoritmos trabajando horas extra. La inteligencia artificial aquí no solo embellece; interpreta, corrige, embellece y sugiere. A veces, incluso mejor de lo que uno quisiera admitir.
- AI Party Mode: piensa en él como ese amigo que siempre sabe dónde poner la luz en una fiesta. Mejora tonos de piel, equilibra luces y añade un toque dinámico.
- AI Edit Genie: un editor por voz que obedece en más de 20 idiomas. Le dices lo que quieres, y él se encarga. Como un Photoshop con oídos.
- AI HyperRAW: amplía rango dinámico y logra sombras naturales. Ideal para quienes quieren fotos dramáticas sin parecer que usaron tres filtros encima.
- AI Instant Mode: dispara hasta 50 fps seguidos. Porque a veces la mejor foto dura un parpadeo.
- AI panorámica y eliminación de destellos: cielos más azules, verdes más verdes, reflejos menos invasivos. No hace milagros, pero lo intenta.
Efectos y Modos: el lado lúdico de la cámara
Más allá de los clásicos (modo retrato, noche, pro, cámara lenta…), el realme 15 Pro se atreve a jugar. Incluye efectos como Estrella o Corazón, marcos personalizados, marcas de agua dinámicas, y soporta modos como:
- Doble vista (sí, graba con cámara frontal y trasera al mismo tiempo).
- Modo acuático (porque nadie quiere perder la foto del chapuzón).
- Time-lapse en 4K (para quienes gustan de ver la vida en cámara rápida, pero con detalle).
En resumen: mientras muchos teléfonos todavía venden “cámaras versátiles” con sensores que apenas hacen lo básico, el realme 15 Pro se atreve a entregar un ecosistema fotográfico completo. Hardware competente, software con inteligencia real y un enfoque que, sin pretensiones, lo posiciona a medio paso de dispositivos que cuestan el doble.
Rendimiento: potencia con cerebro (y sin drama térmico)
En el corazón del realme 15 Pro late el flamante Snapdragon 7 Gen 4, una bestia elegante fabricada en 4 nanómetros que alcanza velocidades de hasta 2.8 GHz en sus ocho núcleos. ¿Qué significa esto para el usuario común? Que este teléfono no solo corre rápido: vuela sin despeinarse, incluso cuando le pides más de la cuenta.
Su GPU Adreno, empujando a 1150 MHz, convierte cada partida, render o scroll frenético en una experiencia suave como mantequilla caliente. Si lo tuyo es jugar títulos exigentes, hacer edición ligera de video o tener 15 apps abiertas mientras respondes mensajes de voz… aquí no hay titubeos.
Según las pruebas de realme Lab, el 15 Pro supera el millón de puntos en AnTuTu. Sí, un millón. Eso no solo representa un 35% más de rendimiento que su antecesor, sino que lo mete de lleno en la conversación con procesadores de gama alta. Aunque, curiosamente, sin el precio ni el consumo energético de uno.
Pero este procesador no solo presume músculo. También tiene cerebro. Su arquitectura aprende cómo usas el teléfono: qué apps abres, cuándo juegas, cómo editas, y adapta el rendimiento a tus rutinas. Así que no se trata de fuerza bruta sin control, sino de inteligencia aplicada. Como un mayordomo silencioso que ya sabe qué vas a pedir antes de que lo digas.
¿Y en el día a día? Fluidez total: juegos competitivos sin lag, grabación de video en 4K a 60 fps sin parpadeos, transmisiones en vivo sin tirones y edición multitarea sin que el teléfono sufra una crisis existencial (ni térmica).
El realme 15 Pro no solo corre. Corre, piensa y se adapta. Y todo sin necesidad de conectarlo cada dos horas ni sentir que estás cargando un calefactor portátil.

Memoria y Almacenamiento: porque ya nadie vive con poco espacio (ni con paciencia)
Si algo ha quedado claro en la vida digital moderna es que la multitarea no es un lujo, es la norma. Y el realme 15 Pro lo sabe bien. Por eso se presenta con un combo que, hace no tanto, habría sido impensable en esta gama: 12 GB de RAM LPDDR4X y 512 GB de almacenamiento UFS 3.1. Sí, medio terabyte en el bolsillo. Por si tus 40 mil fotos de perritos, videos en 4K y archivos de trabajo decidieran coexistir en un solo lugar.
Pero la cosa no queda ahí. Uno de sus trucos más útiles (y menos llamativos, pero poderosos) es la llamada RAM Dinámica. ¿Qué significa? Que puede ampliar virtualmente la memoria RAM hasta 26 GB, tomando prestado espacio del almacenamiento para que el teléfono siga respirando con decenas de apps abiertas. Como si tu escritorio se hiciera más grande cada vez que tu jornada se complica. Sin dramas, sin reinicios, sin ese molesto lag que te recuerda que quizá abriste demasiadas pestañas.
El almacenamiento UFS 3.1, por su parte, no es solo espacio: es velocidad en estado puro. Instalar, abrir o mover archivos es cuestión de segundos. Pero su verdadero valor aparece cuando grabas video en 4K a 60 fps. Ahí, donde muchos teléfonos titubean, este escribe los datos como un taquígrafo con café doble, garantizando fluidez y sin errores por falta de ancho de banda interno.
En conjunto, esta combinación convierte al realme 15 Pro en una especie de estación de trabajo de bolsillo. Ideal para quienes editan, crean, juegan o simplemente viven con intensidad digital. Un teléfono que, en más de un escenario, podría hacerte olvidar que aún tienes laptop.
Gaming Experience: el gamer serio que no se disfraza de RGB
En un mundo donde muchos smartphones “para gamers” parecen naves espaciales con luces LED y nombres grandilocuentes, el realme 15 Pro decide tomar otro camino: ser potente sin necesidad de disfraces. Y vaya que lo consigue. Desde el primer toque se nota que quiere jugar en serio. La pantalla de 144 Hz y el muestreo táctil de 2500 Hz hacen que cada disparo, cada combo y cada giro se sientan en tiempo real, mientras que el Snapdragon 7 Gen 4 aporta la fuerza bruta necesaria para mantener todo corriendo sin tropiezos.
Lo pusimos a prueba con algunos de los títulos más exigentes del catálogo móvil, como Genshin Impact y Call of Duty Mobile, y en ambos la experiencia fue impecable: gráficos al máximo, partidas largas sin caídas de rendimiento, cero problemas de espacio para actualizaciones pesadas y ni una pizca de lag. Todo se siente afinado, como si el hardware estuviera diseñado pensando en estos escenarios reales más que en benchmarks abstractos.
Entre las funciones más curiosas está el AI Gaming Coach, un entrenador virtual que analiza cómo juegas y te da sugerencias en tiempo real. No grita ni exige, simplemente optimiza y te ayuda a mejorar tu estrategia, algo que en títulos multijugador puede marcar la diferencia entre el ascenso o la frustración. A su lado está el AI Ultra Touch Control, que convierte cada toque en una acción inmediata gracias a los 2500 Hz de muestreo. Aquí no hay espacio para la latencia: si mueres en Call of Duty Mobile o PUBG, no será culpa de los controles.
Cuando buscas aún más potencia, el modo GT Boost entra en escena, liberando todo el hardware y gestionando las tareas secundarias con la ayuda de la IA. Así logras FPS estables incluso en los juegos más pesados, sin necesidad de sacrificar notificaciones o procesos en segundo plano. Y para evitar que tanta fuerza se convierta en incomodidad, el sistema de refrigeración AirFlow VC con 7000 mm² de cámara de vapor mantiene la CPU hasta 20 °C más fría y reduce la temperatura general en unos 3.2 °C. En la práctica, significa que puedes maratonear sesiones de varias horas sin sentir que llevas un horno portátil en las manos.
Claro, todo esto sería inútil si la batería se agotara antes que tú. Por suerte, la Titan de 7000 mAh no solo aguanta el ritmo, sino que también se recarga con la rapidez de un pit stop en la Fórmula 1: cinco minutos de carga equivalen a más de una hora de juego, y en apenas 61 minutos tienes la batería completa lista para un día entero de partidas.
En conjunto, el realme 15 Pro ofrece una experiencia gaming fluida, estable y sorprendentemente completa, digna de teléfonos diseñados solo para jugar, pero sin inflar el precio ni la estética. Es un smartphone que entiende que lo importante no son las luces de neón, sino la consistencia con la que entrega cada partida.

Consumo Multimedia: cuando el teléfono se convierte en cine de bolsillo
El realme 15 Pro no solo quiere ser tu cámara y tu consola portátil; también aspira a ser tu sala de cine y tu sala de conciertos, todo en el mismo dispositivo. Su pantalla HyperGlow 4D Curve+ de 6.8 pulgadas, con 144 Hz de refresco y HDR10+, se acerca peligrosamente a la experiencia de un gama alta, solo que aquí cabe en la palma de tu mano.
Lo probamos en sesiones largas de anime en Crunchyroll y la experiencia fue espectacular: colores vivos, negros que realmente son negros, y una fluidez que no se rompe ni en las secuencias más frenéticas. Lo mismo ocurre con Netflix, Prime Video y YouTube, donde el soporte para 4K despliega un nivel de detalle que sorprende cada vez. Es de esos paneles que hacen que una simple maratón de series se sienta como un evento.
Parte del secreto está en sus cifras, aunque aquí se traducen en sensaciones: 6500 nits de brillo máximo que permiten ver incluso bajo el sol más terco, resolución de 2800 x 1280 píxeles y 10 bits de color que suman más de mil millones de tonalidades. En la práctica, todo se ve más natural, con contrastes limpios y texturas que hacen justicia tanto a un anime vibrante como a una película en alta definición.
El audio no se queda atrás. Los altavoces integrados ofrecen potencia y claridad suficientes para llenar una habitación pequeña, y con audífonos la experiencia se vuelve todavía más inmersiva. El soporte para Bluetooth 5.4 añade la seguridad de una conexión estable y de baja latencia con auriculares inalámbricos, algo que cualquier fan de series en movimiento agradecerá.
Y claro, todo esto exige autonomía. Aquí la batería Titan de 7000 mAh vuelve a brillar: hasta 22 horas de YouTube, 113 horas de Spotify, y maratones en streaming 4K sin necesidad de mirar de reojo al cargador. Es un teléfono que parece diseñado para sobrevivir no solo a una jornada de trabajo, sino también a un fin de semana de binge-watching sin culpas.
En conjunto, el realme 15 Pro se convierte en un auténtico centro de entretenimiento portátil: pantalla inmersiva, brillo que vence al sol, sonido nítido y una autonomía que hace que el maratón dependa de tu resistencia, no de la batería.
Batería y Carga: cuando la autonomía se convierte en superpoder
Si hay un punto donde el realme 15 Pro deja de competir y empieza a presumir, es en la batería. Con sus 7000 mAh Titan, estamos ante uno de los smartphones con mayor capacidad del mercado. Una cifra que no solo eclipsa a la mayoría de los gama media, sino que incluso supera a varios modelos “premium” que todavía se conforman con 5000 mAh.

En la práctica, esto se traduce en verdadera resistencia. Durante nuestras pruebas aguantó sin despeinarse un día y medio de uso intenso, con maratones en Netflix y Crunchyroll, sesiones de Genshin Impact, navegación, redes sociales y algo de multitarea. Todo esto sin dar señales de agotamiento. Y lo mejor es que el chip de gestión de batería está pensado no solo para optimizar cada ciclo, sino para cuidar la salud de la batería a largo plazo, algo que muchas veces queda olvidado en las fichas técnicas.
Los datos oficiales son tan contundentes como tentadores: 22 horas de YouTube, 113 horas de Spotify (más de cuatro días enteros de música continua) y hasta 4.46 horas de grabación en 4K/60 fps, un guiño directo a los creadores de contenido que exigen autonomía real en campo.
Pero no es solo resistencia: también sabe recargarse con una velocidad casi insultante. La Ultra Carga de 80 W, que además viene incluida en la caja (detalle cada vez más raro en la industria), permite recuperar de 0 a 50% en apenas 25 minutos y lograr la carga completa en 61 minutos. Incluso una carga rápida de 5 minutos fue suficiente en nuestras pruebas para ver más de 3 horas de YouTube o una hora entera de juego. Es como si el teléfono se riera de la ansiedad que produce ver el 10% en la esquina de la pantalla.
Y sí, aquí también hay seguridad: un chip dedicado regula temperatura y flujo de energía, evitando el desgaste prematuro. Todo esto dentro de un cuerpo ligero y delgado, lo que resulta casi paradójico: un gigante energético escondido en un diseño sorprendentemente cómodo.
En definitiva, el realme 15 Pro ofrece una de las mejores experiencias de batería y carga rápida del mercado actual. Es el tipo de dispositivo que no solo aguanta maratones multimedia y sesiones de juego, sino que también se recupera tan rápido que uno se olvida de la pesadilla de andar pegado al cargador.
Conectividad y Software: siempre listo, siempre conectado
El realme 15 Pro no se conforma con la potencia bruta ni con la autonomía descomunal. También quiere ser un puente confiable con todo lo que te rodea. Y lo logra al integrar 5G dual, permitiendo usar dos tarjetas SIM activas en 5G al mismo tiempo. En la práctica, esto significa descargas ultrarrápidas, estabilidad en partidas online y streaming sin cortes, siempre y cuando tu operador esté a la altura.
En cuanto a conectividad avanzada, trae todo lo que uno espera en un teléfono moderno —y algún que otro extra inesperado—. Wi-Fi 6 para conexiones veloces y estables, Bluetooth 5.4 con baja latencia para que el audio inalámbrico no se desincronice, NFC para pagos móviles o emparejamiento inmediato de accesorios, y un puerto USB-C con OTG para conectar desde memorias hasta periféricos. Incluso añade infrarrojos, un detalle pequeño pero tremendamente útil cuando quieres convertir tu smartphone en control remoto y apagar el televisor como por arte de magia.
El software acompaña con la misma ambición. El equipo corre con realme UI 6.0 basado en Android 15, un sistema que combina fluidez con personalización. Entre sus novedades están Pulse Light, que ilumina los bordes de la pantalla para notificaciones inteligentes; AI Multi-Tasker, un asistente que aprende de tus hábitos para optimizar la multitarea; un nuevo diseño de iconos más profundo y realista; y un panel de ajustes renovado que hace los accesos rápidos, de verdad, rápidos.
Los extras inteligentes no se quedan atrás: giroscopio, acelerómetro, sensor de proximidad, brújula electrónica, lector de huella óptico bajo pantalla y hasta un sensor de temperatura de color, que ajusta automáticamente la tonalidad de la pantalla según el ambiente. Es como si el teléfono intentara siempre leer la habitación antes de mostrarte algo.
En conjunto, el realme 15 Pro ofrece una conectividad de primer nivel, diseñada no solo para navegar a toda velocidad, sino también para integrarse como un centro de productividad y entretenimiento. Un dispositivo que entiende que hoy no basta con ser rápido: también debe ser versátil e inteligente.
Seguridad y Extras: un guardián elegante en tu bolsillo
El realme 15 Pro no solo quiere deslumbrar con cámaras, potencia y pantalla. También busca ser ese compañero confiable que resiste accidentes, protege tu información y, de paso, añade un par de trucos inesperados que terminan siendo más útiles de lo que parecen.
En cuestión de resistencia, llega bien blindado. La certificación IP69 lo protege del polvo y del agua, incluso en condiciones extremas: chorros a presión, inmersiones de hasta dos metros durante media hora… básicamente, más de lo que la mayoría de usuarios se atrevería a probar con un teléfono nuevo. El Corning Gorilla Glass en la parte trasera lo protege de rayones y caídas accidentales, mientras que la tecnología ArmorShell™ refuerza la estructura con capas de absorción que funcionan como una bolsa de aire interna. Una mezcla de lujo y blindaje que tranquiliza.
En seguridad biométrica no hay sorpresas, pero sí velocidad: el lector de huella óptico bajo pantalla responde con precisión, y el reconocimiento facial por IA permite desbloquear el equipo con solo mirarlo.
Los extras también suman puntos. El control remoto por infrarrojos convierte al teléfono en la llave maestra de televisores y aires acondicionados; Pulse Light ilumina con elegancia los bordes de la pantalla para mostrar notificaciones; y la compatibilidad con múltiples sistemas de navegación satelital (Beidou, GPS, GLONASS, Galileo, QZSS) garantiza precisión quirúrgica en mapas y apps de transporte, incluso en zonas urbanas complicadas.
En definitiva, el realme 15 Pro no es solo un smartphone potente y vistoso: es también un dispositivo pensado para resistir, proteger y facilitar la vida diaria. Estilo y seguridad de gama alta en un solo paquete.
Disponibilidad y Precios en México:
La serie realme 15 ya está disponible en México y llega con varias configuraciones para distintos perfiles de usuario, todas con precios competitivos dentro de su segmento.
- realme 15 Pro
- 12 GB de RAM LPDDR4X + 512 GB UFS 3.1
- Hasta 26 GB de RAM dinámica
- Precio: $16,999 MXN
- Disponible en Telcel, Elektra, Liverpool y Mercado Libre
- realme 15 5G
- realme 15T
- Hasta 18 GB de RAM dinámica + 256 GB
- Precio: $8,999 MXN
- Disponible en Telcel, Coppel, Elektra, Liverpool, Sears, Sanborns y Mercado Libre
Con esta estrategia, realme cubre diferentes necesidades: desde quienes buscan la máxima potencia y fotografía con el 15 Pro, hasta usuarios que prefieren un balance entre costo y rendimiento con el 15T.
Conclusión
El realme 15 Pro es, en esencia, lo que promete: un gama media-premium que no se conforma con hacer bien lo básico, sino que quiere codearse con la gama alta sin pedir disculpas. Sus credenciales hablan por sí solas: cámaras de 50 MP en todas las lentes con grabación 4K/60 fps, una pantalla de 6.8 pulgadas a 144 Hz con un brillo que desafía al sol y una batería Titan de 7000 mAh con carga de 80 W que elimina la angustia de vivir pegado al cargador.
En nuestras pruebas con Genshin Impact y Call of Duty Mobile, el combo de Snapdragon 7 Gen 4 + 12 GB de RAM (hasta 26 GB dinámica) + almacenamiento UFS 3.1 mantuvo FPS estables, sin lag y sin caídas de rendimiento, gracias al sistema de refrigeración AirFlow VC y a los extras pensados para gamers: AI Gaming Coach, AI Ultra Touch y GT Boost. La experiencia fue tan consistente que por momentos olvidamos que se trataba de un “gama media” y no de un flagship disfrazado.
El apartado fotográfico brilla por su homogeneidad. No solo la cámara principal, también la ultra gran angular y la frontal ofrecen 4K a 60 fps con EIS, algo inusual en este rango. A esto se suman modos creativos —cinemático, doble vista, larga exposición— y funciones con IA como AI Party Mode y AI Edit Genie. Vale la pena mencionar que este último, según la guía oficial, ofrece uso ilimitado solo durante el primer mes; después habrá límites diarios en las ediciones por comando. Un detalle menor, pero que conviene tener en cuenta si piensas editar intensivamente con IA.
¿Las contras? Más que defectos, son recordatorios de segmento: la memoria LPDDR4X y el almacenamiento UFS 3.1 no son lo más top del mercado, aunque en la práctica ofrecen rapidez más que suficiente para uso diario y grabación en 4K. Tampoco hay teleobjetivo dedicado, pero el sensor Sony IMX896 resuelve con solvencia la mayoría de escenarios. Si a eso sumamos IP69, Gorilla Glass, ArmorShell, Dual 5G, Wi-Fi 6 y Bluetooth 5.4, tenemos un paquete redondo que responde en foto, video, juegos y streaming sin compromisos serios.
Con un precio oficial de $16,999 MXN en México para la versión de 12 GB + 512 GB (hasta 26 GB dinámica), el realme 15 Pro ofrece una relación potencia-cámaras-batería difícil de igualar. Y si vienes por nuestras reseñas enfocadas en videojuegos, este es de esos teléfonos que realmente elevan la experiencia competitiva, sin sacrificar autonomía ni calidad de imagen.
En resumen: un smartphone que cumple, sorprende y se atreve a ofrecer un “all-in” en captura y entretenimiento móvil sin precio de flagship. Una compra recomendada para quienes no se conforman con medias tintas.
