Un viaje sensorial, simbólico y profundamente mexicano está tomando forma bajo el agua. La Catrina Sirena, creación de la artista visual y fotógrafa mexicana Sol Tamargo, es un concepto artístico que reimagina la icónica figura del Día de Muertos como una musa acuática y eco-espiritual.
Con más de una década de evolución, esta obra performática y visual fusiona fotografía, apnea, simbolismo ancestral y naturaleza viva, transformando los escenarios naturales de Quintana Roo, desde arrecifes de Cozumel hasta los enigmáticos cenotes, en portales de arte profundo y etéreo.
Un concepto nacido en las profundidades
Lo que en sus inicios fue una sesión fotográfica subacuática en un barco hundido frente a las costas de Cancún, creció para convertirse en una travesía artística multidisciplinaria de nivel internacional. Con la apnea como técnica principal, el cuerpo humano y su conexión con el agua se transforman en herramienta narrativa. Cada imagen cuenta una historia, y cada movimiento es una invocación simbólica.
La propuesta se ha ido nutriendo con el tiempo de elementos como modelaje subacuático, cine experimental, coreografías místicas, performances y narrativas ecológicas que buscan conectar con la memoria ancestral mexicana. La esencia del proyecto reside en mostrar la relación entre la vida, la muerte y el renacimiento como un ciclo natural y sagrado, con La Catrina como su eje.
La Catrina Sirena: embajadora de la Madre Naturaleza
En esta nueva mitología visual, La Catrina es mucho más que una figura decorativa o cultural: es una mensajera de la Tierra, que regresa cada año durante tres días para recordar a los humanos el poder de los elementos y el valor de la vida.
Su viaje se da a través de cuatro portales simbólicos: Agua, Fuego, Aire y Tierra. Cada uno representa un estado emocional y existencial: desde la creación y la destrucción, hasta el renacimiento y la memoria. El simbolismo se convierte en una experiencia visual y sensorial gracias al uso de tecnología de punta, vestuarios artesanales y un equipo técnico y artístico de primer nivel.
El proyecto ha contado con la participación de un equipo diverso de talentos: buzos de apnea, buzos de seguridad, estilistas, cineastas subacuáticos, diseñadores de vestuario y músicos, que han colaborado para crear una narrativa que cruza el arte, el ritual y la ecología.
“La Experiencia Humana”: una instalación sensorial que toca el alma
El punto culminante del proyecto es una instalación inmersiva titulada “La Experiencia Humana”, una exposición multimedia que combina video proyecciones en muros, paisajes sonoros envolventes, poesía en vivo, coreografía simbólica y efectos ambientales como viento, neblina o calor.
El público se sumerge, literalmente, en salas oscuras que representan el vientre de la Madre Naturaleza. A medida que atraviesan cada portal elemental, los visitantes experimentan un despertar sensorial y espiritual. Es una invitación a reconectar con lo esencial, con nuestras raíces, con el amor por la vida que a menudo olvidamos en medio del caos cotidiano.
Con un mensaje claro y contundente:
“No vengo a quitarte el miedo a la muerte…
Vengo a devolverte el amor por la vida.”
Una obra que redefine el arte ritual moderno
La Catrina Sirena no solo es una obra de arte; es una declaración simbólica, estética y ecológica. En un momento histórico donde el planeta pide atención, esta propuesta nos habla desde la belleza de lo ancestral, usando la tecnología y el performance como puentes para sanar, recordar y transformar.
Con su fusión única de arte, medio ambiente y cultura mexicana, este proyecto se perfila como una de las propuestas más innovadoras de arte inmersivo contemporáneo en Latinoamérica, lista para expandirse al mundo.
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Fuente: PR