La guerra contra la piratería de anime ha entrado en una nueva fase. De acuerdo con TorrentFreak, gigantes del entretenimiento como Netflix, Disney y Crunchyroll se han aliado para emprender acciones legales contra una de las plataformas pirata más activas de los últimos años: VidSrc, responsable de distribuir ilegalmente miles de episodios de anime y series globales.
El movimiento busca frenar el consumo de contenido ilegal a gran escala, marcando la primera gran ofensiva global después de que en septiembre pasado se bloquearan 248 dominios, incluyendo sitios populares de anime pirata como AnimesHeaven, AnimeKai y Anoboy.
Hollywood y Asia unidos contra la piratería digital
La demanda, interpuesta en India, incluye a Universal City Studios Productions LLLP, Warner Bros. Entertainment, Netflix US LLC, Disney Enterprises Inc., Apple Video Programming LLC, Crunchyroll LLC, SBS Co. Ltd., CJ ENM Co. Ltd. y SLL Joongang Co. Ltd.. Esta inédita colaboración entre Hollywood, Corea del Sur y la industria japonesa demuestra el enorme impacto económico que tiene la piratería sobre las plataformas de streaming.
La medida judicial busca no solo bloquear los dominios pirata, sino también obligar a los registradores de sitios web a entregar información de los responsables —como datos personales, números de teléfono y tarjetas de crédito— en un plazo máximo de 72 horas.
Aunque el Tribunal de Nueva Delhi ha fallado a favor de las compañías de entretenimiento, la ejecución práctica enfrenta complicaciones, ya que VidSrc ha migrado sus dominios a servidores rusos, un movimiento que dificulta la aplicación legal directa. Esta “hidra digital” continúa multiplicándose: cuando un sitio cae, otros emergen en su lugar.
El impacto directo en el anime y la accesibilidad legal
El involucramiento de Crunchyroll, Netflix y Disney podría redefinir la forma en que se combate la piratería de anime. En especial en regiones como India y el Sudeste Asiático, donde el consumo de contenido gratuito no oficial sigue siendo alto, los usuarios podrían encontrarse con que sus sitios favoritos desaparecen o cambian constantemente de dirección.
Sin embargo, las empresas aseguran que el objetivo no es solo sancionar, sino fortalecer las opciones legales. En los últimos años, plataformas como Crunchyroll se han consolidado como el principal destino para los amantes del anime, mientras que Netflix y Disney+ han ampliado significativamente sus catálogos con producciones como One Piece Live Action, Bleach: Thousand-Year Blood War o Star Wars: Visions, explorando el anime como una herramienta de expansión global.
Aun así, el desafío persiste: muchos fans siguen recurriendo a plataformas no oficiales para ver series antiguas o nichos poco accesibles, títulos que no siempre están disponibles en los servicios legales. Esto plantea una disyuntiva entre el combate a la piratería y la necesidad de una distribución más completa y global.
Una batalla que redefine el futuro del streaming
Con este nuevo frente, la industria del entretenimiento busca sentar un precedente en la lucha digital global. La alianza entre Occidente y Asia en este caso judicial marca un punto de inflexión: por primera vez, la piratería de anime se trata con la misma seriedad que la de Hollywood.
Aunque los piratas parecen seguir jugando al “gato y el ratón”, las grandes compañías planean usar inteligencia artificial y monitoreo constante para identificar y cerrar nuevas copias de los sitios bloqueados.
La batalla apenas comienza, pero el mensaje es claro: Netflix, Disney y Crunchyroll no permitirán que el contenido anime —ni su valor cultural— siga siendo explotado ilegalmente.
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Fuente: CBR


