Con la muerte del papa Francisco, uno de los primeros rituales que se activan en el Vaticano es la destrucción del Anillo del Pescador, una tradición que ha sobrevivido a siglos de historia, simbolismo espiritual y transición de poder. Pero, ¿por qué es tan importante este anillo? ¿Qué representa y por qué se rompe tras el fallecimiento del pontífice?
Esta joya no es solo un objeto de orfebrería: es el sello del poder papal, el emblema de la autoridad directa del papa como sucesor del apóstol Pedro. Aquí te explicamos su historia, significado y el ritual solemne que lo rodea.
¿Qué es el Anillo del Pescador?
El Anillo del Pescador (Anulus Piscatoris) es una pieza de oro que lleva grabada la imagen de San Pedro pescando desde una barca, junto con el nombre del papa en latín alrededor. Su nombre hace referencia directa al apóstol Pedro, a quien Jesús llamó “pescador de hombres” y sobre quien fundó su Iglesia.
Este anillo es entregado al nuevo papa en una ceremonia solemne tras su elección en el cónclave. Simboliza su autoridad espiritual, su papel como líder universal y su vínculo directo con los orígenes del cristianismo.
Historia del Anillo: de sello a símbolo
En la Edad Media, el Anillo del Pescador era utilizado como sello oficial para autenticar documentos importantes del Vaticano. El papa lo usaba para estampar su firma en cartas y decretos.
Con el tiempo, este uso práctico fue sustituido por el valor simbólico. Hoy, ya no se utiliza como sello, pero sigue siendo el objeto más importante que identifica a un pontífice como soberano espiritual del mundo católico.
Cada papa manda forjar un nuevo anillo con su nombre. Al igual que el nombre papal, el diseño y el peso pueden variar ligeramente dependiendo del pontífice.
¿Por qué se destruye tras la muerte del papa?
La destrucción del Anillo del Pescador simboliza el fin del pontificado. Este acto evita el uso fraudulento del sello y marca, de forma contundente, que la autoridad del papa ha terminado.
El ritual lo realiza el Camarlengo —actualmente el cardenal Kevin Farrell—, quien golpea el anillo con un pequeño martillo de plata o lo raya con una cruz en forma de “X”. Este gesto se realiza de forma privada y solemne, como uno de los primeros actos del interregno.
En ocasiones recientes, como con Benedicto XVI (que renunció), el anillo fue simplemente invalidado y archivado, aunque el simbolismo se mantuvo.
El poder del símbolo: humildad, misión y autoridad
A diferencia de otras joyas o coronas papales, el Anillo del Pescador representa una autoridad basada en el servicio, no en el lujo. Es la insignia que vincula directamente al papa con el legado apostólico de Pedro, quien fue pescador antes de ser el primer pontífice.
Es también una declaración teológica: el papa no es un rey, sino un pastor que “pesca almas” para Cristo. Por eso, la destrucción del anillo no es un acto de pérdida, sino de continuidad, que abre paso a una nueva etapa en la Iglesia.
¿Qué pasará con el anillo de Francisco?
Aunque los detalles no se han hecho públicos aún, se espera que el anillo de Francisco sea destruido siguiendo el protocolo tradicional, como ya ha ocurrido con sus predecesores. El pontífice argentino había optado por un diseño más sencillo, en consonancia con su estilo humilde y pastoral.
Su destrucción marcará el final visible de su papado, y el inicio de la cuenta regresiva hacia el próximo cónclave.
Un rito que trasciende la historia
Pocas ceremonias en el mundo tienen un significado tan profundo como la destrucción del Anillo del Pescador. Es una despedida simbólica, un cierre del capítulo espiritual del líder máximo del catolicismo, y un recordatorio de que incluso la más alta autoridad terrenal en la Iglesia, vuelve a ser simplemente un siervo de Dios.
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Fuente: PR